top of page

Versos a Roma

 

-Itinerario lírico y nostálgico,

que fue senda de conversión-

Crevillente, 1981

 

He vuelto ya dos tardes

a ver el Panteón,

porque allí entre los Reyes

de la unidad de Italia,

mece -junto al recuerdo

virginal de la novia-

sus huesos Rafael…

Pinceles y paletas,

pálidos, sin colores,

esperan bajo mármoles

a la Resurrección…

¿Cómo fueron los ojos

de María Bibbiena,

que tiene allí su lápida

tan cerca del amado…?

Esperanza intocable…

Prometida entre púrpuras…

Pureza salvadora

que él desea y no alcanza…

 

¿De qué murió María…?

¿Y por qué Rafael…?

¿Sería por la angustia

de vivir ya sin ella?

Al cabo de tres lunas

se fue al cielo a buscarla,

“Fornarina” de un Pan

todo Cuerpo de Dios,

lejos del torbellino

de la otra Fornarina,

la de verdad, la amante

que posaba entre besos…

EL PANTEÓN

-Evocación de Rafael Sanzio-

Foto 1.jfif

Julio Quesada Guilabert (Madrid,  1918- 2009), Lago Villa Borghese, ilustración del libro Versos Roma de Rafael Duyos.

Y aquí está, con los Reyes,

Víctor Manuel, Humberto,

Margarita… ¿Saldrá

para pintar, de noche…?

Desde dentro se ven

las estrellas de Roma…

¿Se asomará a mirarlas?

Con un escalofrío

llega el anochecer…

He vuelto ya dos tardes

a ver el Panteón…

 

*Rafael Sanzio, pintor y arquitecto (Urbino, 1483 – Roma, 1520).

* La Fornarina, Margarita Luti, modelo y amante del pintor, era hija de un panadero (fornaro) de Roma.

                        JUAN XXIII

 -El Papa del Concilio Vaticano II-

Este anciano de voz firme y valiente

cuando evoca del mundo la injusticia

lleva a sus labios la auroral delicia

de la esperanza en Dios siempre indulgente.

Juan Veintitrés sonríe ante la gente

y al bendecir parece que acaricia

y tiene, cuando el Ángelus inicia,

toda Roma a sus pies devotamente.

Dulce siervo de Dios, blanco Vicario

de Jesucristo en la sufrida Tierra.

De las almas sin rumbo, claro auxilio...

Desde tu Sede, augusto octogenario,

apartas a los hombres de la guerra

y, por la Paz, convocas el Concilio...

 

                                            10 - XI - 1961

Foto 6.jfif

Julio Quesada Guilabert, San Pedro, ilustración del libro Versos Roma.

                                LA SONRISA

-Atardecer en la Casa Marianista en Roma-

                    Al Rvdo. P. Francisco Armentia

 

Todo ha sido porque esta tarde en Roma

ante un altar con sol ya en el ocaso,

la Virgen del Pilar -lejos del Ebro-  

me ha sonreído con el Niño en brazos;

y he pensado en los míos, tan distantes,

y mi Esperanza en Dios se ha renovado...

¿Quién soy yo, Madre mía,

para merecer tanto?

¡Madre de Dios, María...! Me sonríes

cuando te estoy mirando

y un hondo bienestar, de esa sonrisa,

pasa a mi corazón alborozado...

Porque llega el recuerdo de los míos

cuando estoy ante Ti, solo, rezando

y siento que susurras un Consejo

cuando me acerco hasta besar tu manto:

- “Tu verdad ahora es ésta: hijos, mujer,

bajo los techos del hogar cristiano...”

Sonrisa de la madre de mis hijos

que ha movido mis versos tantos años

hasta en las tristes horas más difíciles,

sin lágrimas, mis días animando,

gozosa como nadie con mis júbilos,

serena sin reproche en mis fracasos,

tras la puerta de casa un día y otro,

alegre siempre cuando llego y abro...

Sonrisa de la madre de mis hijos

que ha movido mis versos tantos años...

Sonrisa de mis hijos, maestros míos

en el Amor a Dios con rumbo claro,

radiantes, siempre en gracia, con la Fe

de su Mundo Mejor a flor de labios...

Cuando descubran mi sonrisa nueva,

sin preguntar, me habrán adivinado

y sentirán que he vuelto de otro modo,

con el verbo más ágil, más exacto,

más sincero en las rimas de poeta,

más jovial en la prosa del trabajo...

Foto 7.jfif

Rafal Duyos en Roma en 1960.

 

Ahora ya sé el secreto... Cuando vuelva,

nada tendrá en mi vida un ritmo vano...

Lo siento así en la tarde de esta Roma,

Roma de Pedro y Pablo,

donde todo es reliquia

de su voz, de sus hechos y milagros...

Por la Via Latina, de regreso

-con pena atrás dejando

la Casa Marianista- ,

la sonrisa de Dios sale a mi paso,

porque es otro placer jamás sentido

el que en mi corazón está cantando...

...¡Y es toda Roma la que me sonríe

al sentir la sonrisa que he estrenado...!

bottom of page