Junto al Plata
Poemas
Montevideo 1941
Puerto y edificio de la Aduana de Montevideo, Uruguay (abril 1949), Francisco Spinelli Rubino, Archivo Histórico del Centro de Fotografía de Montevideo.
Alberto Haylli (Córdoba, Argentina, 1911 - 1994), Plaza 25 de Mayo, Buenos Aires, Argentina, 1940.
AMOR
Tener una ilusión casi lograda
pero jamás en plenitud vivirla,
como dulce ventana que al abrirla
enemiga del sol, queda entornada.
Sentir el alma entera traspasada
por palabra sin eco que al decirla
nadie junto a nosotros quiere oírla
ni fundir con la nuestra su mirada.
Pero un día, por fin, rota la trampa
de los celos de amor, la sangre late
con un ansia de goces infinita
y abre sus brazos para mí la Pampa,
mientras me ofrece a sorbos en el mate
sus besos con rumor de vidalita.
LA CAPITAL FEDERAL
No hay soneto, ciudad, con que cantar
la gracia inesperada de tu vida
y esa raza de razas sin medida
que te puebla en nostalgia de ultramar.
De don Juan de Solís el dulce mar
guarda tu tradición nunca perdida
y es, bajo el sol de mayo, estremecida,
blanca y azul tu enseña secular.
India. Española. Gaucha. Americana.
Europea. Católica. Pagana.
Ahíta de oraciones y placeres.
Campanas. Risas. Músicas. Donaires.
Muñeiras. Tangos. Valses. Misereres.
¡Santa María de los Buenos Aires!
*Juan Díaz de Solís, sevillano de Lebrija, primer español que llegó al estuario del Río de la Plata (2 - II - 1516), al que llamó Mar Dulce. A su primer fondeadero, en la margen izquierda, lo denominó Nuestra Señora de la Candelaria (la fiesta del día); es hoy Montevideo. Al cruzar a la otra orilla -la Argentina actual- fue muerto con varios de sus compañeros.
INDIOS DEL ALTIPLANO
Bolivia
Chakchemos coca
y Dios vendrá a nuestro sueño.
Chakchemos coca.
Coca y beleño.
Luna y luceros.
Albayalde en la torre
de los sombreros.
Claro de luna.
Bajo las alas blancas,
piel de aceituna.
Bajo las almas vírgenes,
puna, la puna...
Toda la noche,
despierta en el insomnio
del gran Soroche.
Entre neblinas,
llegan la voces quechuas
desde las minas.
Las llamas y los mineros
duermen juntos en rebaño.
Te veo, si es que te veo,
una sola vez al año.
Oro. Plata. Oro. Plata.
Cobre. Estaño. Cobre. Estaño.
Borrachos de chicha,
la chola y el cholo
tocan un charango
de dos cuerdas solo.
iros por el Lago
al Perú, Perú...
Bajo las alas blancas,
piel de aceituna.
Bajo las almas vírgenes,
puna, la puna...
Chakchemos coca
y Dios vendrá a nuestro sueño.
Chakchemos coca,
coca, mi dueño...
Coca en la boca...
Coca y beleño...
"Ni en Tupiza, ni en Oruro,
ni en La Paz, ni en Potosí,
hay chola como la chola
que allá en Cochabamba vi..."
"May... pira cuchillo,
May... pira navaja,
Tú toca la quena.
Yo toco la caja.”
Si se marcha solo,
dile, dile, dile,
que buscando el mar
se va a Chile, Chile.
Si se va contigo,
como quieres tú,
Julia Manuela Codesido Estenós (Lima, Perú, 1883 -1979), Mercado indígena (1931), colección privada.
Notas:
*Chakchar es masticar, sin tragar, las hojas o raíces de alguna plantas.
Beleño es una planta adormidera, sobre todo la parte de la raíz.
Albayalde es el carbonato básico de plomo, blanco, con el que se solían pintar la copa de los sombreros.
Puna es el mal de altura, respiración angustiosa por falta de aire en lugares muy elevados. Es lo mismo que soroche (del quechua "sorochí").
Quechua es la lengua de la región de Cuzco, la de los indios "quechuas", extendida luego al imperio incaico.
Chicha es una bebida alcohólica, elaborada fermentando el maíz en agua azucarada.
Cholo es mestizo.
Charango es un instrumento musical parecido a una bandurria, de cinco cuerdas, cuya caja se construye con el caparazón de un armadillo o animal similar.
Quena es una flauta o caramillo.
*De la segunda estrofa entrecomillada no hay traducción. El autor, al recitar el poema, la cantaba con sus notas originales (Mi..., sol, mi, re, do, la........ La... -en la octava siguiente-, do, la, sol, mi, re... -y se repite-).
EL MATE
La yerba vino del bosque
y el agua la trajo el río.
La yerba le dijo al agua
cosas de amor al oído,
y del querer de las dos
-yerba y agua en viejo rito -
vino a los labios criollos
el mate, mate argentino...
Mate dulce y familiar
de las tardes de domingo...
Mate amargo de las noches
desveladas de amoríos...
...........................
¡La yerba vino del bosque
y el agua la trajo el río...!
Francisco Ayerza (Buenos Aires, Argentina, 1860-1901), Gauchos tomando mate y tocando guitarra en la carreta (sobre el año 1895).
DANZA GAUCHA SIN MÚSICA
Argentina, mi niña,
sangre de España.
Flor de todos los climas,
valle y montaña.
flor de todos los climas,
marta y ombú.
Rosalito del norte...
Nieve del sur...
¡Para verte venimos
hasta Jujuy...!
Besame, che, mi negra,
mi criollita.
Si me besás te canto
la vidalita.
¡Aura! ¡Venga, mi niña!
¡Aura! ¡Otra vez!
Por el río de La Plata
va navegando un querer.
Por remos tiene mis brazos
y por timón
-¡a la danza, danza!-
la flor de tu corazón...
¡Aura! ¡Te da vergüenza!
¡Aura! ¿Por qué? ¿Por qué?
El beso con que te beso
nadie lo ve...
Las espuelas me quito
-si me besás-
para bailarte
la gallegada, niña,
-si me besás-
que bailaba mi madre.
Carnaval de Jujuy en 1930 en Purmamarca, Argentina. La foto está coloreada a mano como se estilaba en esa época. Autor @postadepurmamarca
Vidalita, mi alma,
la vidalita...
Cuando llega la noche,
voy a la cita...
Vidalita en la duda
del sí y el no.
Vidalita de mi vida,
la vidalita sos vos.
Pero bailemos
locos de amor,
a la voz de "aura",
el pericón.
¡Cruza! ¡Vuelve a cruzar!
¡Con las manos al aire!
¡Cruza! ¡Vuelve a cruzar!
¡Quiero besarte!
¡El pañuelo en tu mano
y mi mano en tu talle...!
¡Aura! ¡Te da vergüenza!
¡Aura! ¿Por qué? ¿Por qué?
El beso con que te beso
nadie lo ve.
¡Prepárense la parejas
para formar
-con los pañuelos-
para formar
los colores de la Patria...!
¡Aura y nomás...!
Argentina, mi niña,
sangre de España.
Flor de todos los climas,
valle y montaña.
Flor de todos los climas,
marta y ombú.
Rosalito del norte.
nieve del sur.
¡Para verte venimos
hasta Jujuy…!
RÍO ARRIBA
Por el río Paraná,
subo desde Santa Fe.
Remadores, bajo el sol
-charol sudado la piel-,
empujan mi corazón
no sé adónde, no sé a qué...
Bosques de caña de azúcar,
dorados de amanecer,
arrullan desde la orilla
los sueños del yacaré.
Yo, poeta de Valencia,
poeta de aquí también,
estreno un llanto de gozo
que me nace sin querer.
¡Ay, la España tropical,
dormida y vuelta a nacer!
Yo la despierto con versos
que allá en Castilla escuché.
Con unos versos hermanos
ella sabe responder.
La barca, cortando el agua,
le roba la espuma al pez.
Alberto Haylli, Pescadores en la laguna El Carpincho, 1944.
Nota: *Yacaré significa caimán en lengua guaraní.
Conmigo -¡vaya compadre!-
ríe y bebe el timonel.
Los criollos que lo son
-criollos de buena ley-
lo mismo brindan con mate
que con vino de Jerez.
-¿Cómo te llamas?
-Juan Pepe.
-¡Yo me llamo Rafael!
Por el río Paraná
subo desde Santa Fe.
ÑANDUTÍ
Vivas, pálidas, esclavas,
mientras llora el urutí,
las manos indias están
tejiendo, junto al Brasil,
bajo el cielo paraguayo,
celosías para mí...
Encajes de nieve y cielo
-en cada encaje mil horas-.
Cuando lo vieron mis ojos,
temblaron como palomas.
¡Tender el vuelo en la alas
de su trama milagrosa!
¡Cruzar los cañaverales
locos de sol guaraní,
atado a sus claros hilos
en laberinto sin fin...!
Prisionero de tus mallas...
¡Ñandutí!
Diego Rivera (Guanajuato, México, 1886–Ciudad de México, 1957), Mujer indígena tejiendo (1936).
Notas:
*Ñandutí (araña, en lengua guaraní) es un tejido muy fino que hacían las mujeres de Paraguay.
*Urutí: pájaro multicolor.
CANCIONCITA CUYANA
Sierra de los Andes,
te quiero cruzar.
mi novia me espera
del lado del mar.
Camino de Chile
se fue una mañana,
llorando de amores
mi niña cuyana.
Sierra de los Andes
-nieve, viento y sol-,
ella me cantaba
con dejo español.
Nieta de virreyes,
flor de las bodegas,
dime con palomas
el día que llegas.
Mensajero, el aire,
trae tu voz de ensueño...
Dueña de mi vida,
quiero ser tu dueño.
Las noches de luna
-¡cerro de la gloria!-
sube por la senda
que trae tu memoria.
¿Te acuerdas, mi alma,
del fin del verano...?
Ibas junto a mí,
tu mano en mi mano.
Y siempre, al pasar
junto a los viñedos,
se abría de amores
la flor de tus dedos.
De un lado, la Pampa,
del otro, San Juan,
ecos de guitarras
que vienen y van.
Y unos españoles,
allá en las esquinas,
bailando boleros
a las mendocinas...
Juan Rimša (Svedasai, Lituania, 1903 - California, Estados Unidos, 1978), La merienda (Apthapi, 1937, La Paz, Bolivia).
Las noches de luna
-¡cerro de la gloria!-
sube por la senda
que trae tu memoria.
¿Te acuerdas, mi alma,
del fin del verano...?
Ibas junto a mí,
tu mano en mi mano.
Y siempre, al pasar
junto a los viñedos,
se abría de amores
la flor de tus dedos.
De un lado, la Pampa,
del otro, San Juan,
ecos de guitarras
que vienen y van.
Y unos españoles,
allá en las esquinas,
bailando boleros
a las mendocinas...
La noche criolla,
quieta por mirarte
y yo medio loco
de querer besarte.
Desde que te fuiste
mi alma está marchita...
Cuyanito soy
sin mi cuyanita...
Camino de Chile
se fue una mañana,
llorando de amores
mi niña cuyana.
Sierra de los Andes
-nieve, viento y sol-
ella me cantaba
con dejo español...
¡Sierra de los Andes!
¡Te quiero cruzar!
¡Mi novia me espera
del lado del mar!.
Nota: *Cuyano es el natural de la región argentina de Cuyo, que comprende las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis.
SALUDO AL URUGUAY
BRINDIS
Te saludo Uruguay, país hermano,
y alzo por ti mi copa castellana
y te tiendo con júbilo mi mano
de poeta español, fuerte y cristiana.
Por todo lo que tienes de guerrero
-sangre heredada de la patria mía-,
canto tu noble afán por el que quiero
que el viento lleve a ti mi poesía.
Campos del Uruguay, dulce montaña
de la orilla del río, en que -increíbles-
alzaron los charrúas las terribles
armas contra los hombres de mi España.
Ha muerto Tabaré. La angustia y pena
de los poetas dice su canción
junto al indio que está sobre la arena,
por dos flechas partido el corazón.
Yo vengo a ti con místico deseo
de besar tu bandera sacrosanta
y de decirte - ¡al fin! - Montevideo,
lo que con mi fervor alienta y canta.
Amor de España, amor de patria mía,
traigo para bordarlo en tu bandera
con la copla mejor de Andalucía
y la canción del Cid, viril y austera.
Montevideo, Uruguay- El "Cine Parlante" o "Salón Buckingham del Splendid Hotel" -ubicado en los altos del cuerpo lateral derecho del Teatro Solís, donde recitó el poeta. Archivo Histórico del Centro de Fotografía de Montevideo [Foto 12601].
Amor de España que cruzó los mares
a impulsos de una fuerza sobrehumana
y te enseñó, Uruguay, con tus cantares
y sus besos la gloria castellana.
Sol de Las Piedras que alza los placeres
de la libertad con que te enciende Artigas,
guarda de amor en los amaneceres,
con Dios, frente a las lanzas enemigas.
Por todo lo que fuiste y lo que eres,
por tu cielo, tu mar y tus mujeres,
yo te canto, Uruguay, mi serenata,
¡sueño español del río de la Plata...!.
Notas:
*Charrúas se denominaron los grupos indígenas que habitaban la costa norte del Río de la Plata.
*Tabaré, protagonista de una leyenda indígena, que da nombres al gran drama épico (1886) del escritor uruguayo Zorrilla de San Martín.
*José Gervasio Artigas, fundador de la nación uruguaya (1764 - 1850)
Alfonsina Storni caminando por la rambla de Mar del Plata en 1936.
Notas:
*Alfonsina Storni, poetisa (Sala Capriasca -Suiza-, 1892 – Mar del Plata -Argentina- 1938).
*Este poema fue escrito en el tren de Buenos Aires a Mar del Plata, adonde viajó el autor Rafael Duyos con Rafael Jijena y Aníbal Chizzini -escritores argentinos- para rendir homenaje a la poetisa Alfonsina Storni, muerta horas antes adentrándose en el mar el 25 de octubre de 1938. Los tres amigos leyeron sus versos, recién escritos, en la capilla ardiente de Alfonsina.
ALFONSINA STORNI
Alfonsina.
Calidad de agua pura.
Mujer. Argentina.
Verbo de la ternura.
Alfonsina.
Catadora de anhelos.
Que en la mar cristalina
buscas el ancho verso de los cielos.
¡Las estrellas contigo!
Y yo, mientras te vas,
buscando por las playas el testigo
de tu último compás.
Alfonsina, tristísima de sol,
que sólo alumbra tu dolor sin cura.
Alfonsina... Un poeta español
llora tu fin nocturno de naufragio y locura.
Caricia sin memoria.
Luna sin calendario.
Soneto sin historia.
Mirra sin incensario.
¡Ay, dolor de tu vida!
¡Ay, dolor de tenerla y no gozarla!
¡Ay, el vivir perdida,
cuando la vida invita a rebosarla...!
Rebosar el amor.
Rebosar el olvido.
Rebosar el temor
de sentirse en el alma incomprendido.
Alfonsina. Doliente sin enmienda.
¡Mujer!
Antes de abandonarnos, cántanos la tremenda
voluntad de no ser...
JUANA DE IBARBOUROU
La conocí una tarde de verano.
Anochecía.
Cuando estreché su dulce mano,
dentro de mi alma amanecía...
¡Qué misterio tenía
su palabra dorada!
Hablaba de la España mía
y su cabeza estaba coronada
de una luz inventada
que le nacía
de la mirada
y la envolvía
- !oh, tarde azul! - en poesía...
Juana,
madre cristiana.
Criolla y morena.
En el dicho y el hecho siempre buena.
La Virgen que mi boca
en tu recuerdo invoca,
un Perpetuo Socorro te dará.
Lo que tu mano toca,
en caricia o soneto
transformado, sin magia ni secreto,
eternamente quedará.
Tu casa en Montevideo,
duerme junto a la playa del Buceo
que la arrulla y la baña.
Por el mar, por la mar,
de muertos y luceros, un cantar
llega desde Castilla y te acompaña...
¿Lloras...? ¡Mi haz de rosas te doy!
¡Juana de América, desde hoy
eres también Juana de España!
....................................
La conocí una tarde de verano.
Anochecía.
Cuando estreché su dulce mano,
¡dentro de mi alma amanecía...!.
Fotografía incluida en el libro "Estampas de la Biblia", Montevideo: Sociedad de amigos del libro rioplatense, 1934.
Nota: *Juana de Ibarbourou (Juana Fernández Morales; 1892 -1979), escritora uruguaya, académica y Premio Nacional de Literatura en 1959, año en que se instituyó el galardón. Por su gran prestigio en las letras hispanas se la conoce también como "Juana de América".
Nota: *Juana presentó a Rafael Duyos al público de Montevideo con estas palabras (IX-1939):
Bajo el cielo de Montevideo, Rafael Duyos, el poeta; Rafael Duyos, fino de romances, rico de castellanidad. Ante nosotros Rafael Duyos, amador del idioma e hidalgo de la poesía. Mi amigo, señores, mi amigo por el verso castellano que yo amo y respeto como una síntesis del idioma de Dios. Rafael Duyos, a quien yo quiero ya casi como a un hijo, señalado en la frente pura por el signo refulgente de los elegidos.
Pase la tierra, pase el mar, pasen el amor y la muerte, pasen la égloga, la tragedia y la elegía, pase la vida. Rafael Duyos es un poeta castellano. Un poeta de España, de Colombia, de las Antillas, de la Argentina, nuestro. Nuestro por su fabla y su Dios; por la edición de “El Quijote” –una joya- que lleva siempre consigo, y por sus romances, sus poemas, los sueños que se le adivinan bajo la juventud y serenidad de la frente. Nuestro también en su amor universal de alma iluminada por la gracia celeste; desde Tetuán, la blanca hereje, hasta las tierras jóvenes y duras del río de Solís, él sólo da amor y amistad hasta a los lobos.
Yo lo presento al público de Montevideo, en poeta de primera, en corazón de extraordinaria pasta humana, en mi hijo lírico, como una hermana de su madre -¡Madre Española!-, en lectora de encendida fe por la belleza de su verso, en la segura confianza de su nobleza, de su hidalguía ... En huésped de honor de nuestras letras.
Dios te acompañe y tú lo sientas, Rafael Duyos. Lo mejor de la tierra es lo que tú tienes en rica abundancia; de talento, bondad e hidalguía llevas bien provistas las alforjas. La Virgen que yo reverencio y amo, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, vele por ti en vigilia y sueño, en andanzas y reposo, en inspiración y alta realidad lírica lograda. Estén también contigo los severos fantasmas de tus clásicos: Góngora te dé su reposo, ¡el Arcipreste ilustre mida tus pasos...!